El Govern balear, el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Palma se sumaron ayer por la noche al apagón mundial convocado por la organización proteccionista internacional World Wildlife Foundation (WWF) contra el cambio climático. Sus edificios más emblemáticos, así como los de empresas como El Corte Inglés, se quedaron sin iluminación desde las 20.30 horas hasta las 21.30 horas, a los que se sumaron zonas como la Plaça Joan Carles I, la Plaça de la Reina y el Passeig des Born, donde se repartieron alrededor de dos mil velas con el objetivo de crear un mapamundi.
La convocatoria estuvo abierta y consistió en la desconexión del consumo eléctrico en las viviendas, centros de trabajo, instalaciones y equipamientos públicos y privados durante una hora. Un apagón general en Balears supondría que dejen de emitirse 504 toneladas de gases de efecto invernadero, lo mismo que el consumo eléctrico de 50 personas durante un año.