Numerosos periodistas, entre cámaras y redactores, aguardan en el aeropuerto de Palma de Mallorca la llegada del ex presidente del Govern balear, Jaume Matas, quien está previsto que arribe a Palma procedente de Madrid en lo que resta de la jornada, para prestar declaración mañana en calidad de imputado dentro del caso Palma Arena, que investiga si su patrimonio pudo ser uno de los destinos de los más de cincuenta millones de euros presuntamente desviados durante la construcción del velódromo.
De este modo, alrededor de una veintena de redactores, fotógrafos y cámaras de televisión se encuentran esparcidos a lo largo de las siete puertas de la terminal de llegadas, por donde se prevé que haga acto de presencia el ex ministro de Medio Ambiente una vez que su vuelo haya aterrizado en el aeropuerto de la capital balear.
Otra de las incertidumbres es el lugar donde a su llegada permanecerá alojado el ex presidente hasta que mañana comparezca en los Juzgados.
A pesar de que tampoco se conoce dónde pasará su estancia, varios periodistas también han acudido hasta las puertas de la vivienda que posee en el casco antiguo de Palma, conocida como el palacete y cuya adquisición, rehabilitación y equipamiento se encuentran bajo investigación judicial, así como el tren de vida que llevaba durante la pasada legislatura y que según las pesquisas no se correspondían con sus ingresos como presidente.
La vivienda que Matas tiene además en la Colònia de Sant Jordi tampoco se ha visto exenta de la expectación mediática que ha generado la llegada del ex ministro. Y es que la de Matas está prevista como la comparecencia más esperada en el marco de la instrucción del caso por cuanto han arrojado testigos e imputados, especialmente en relación a las decisiones que adoptó durante la ejecución de la infraestructura estrella del pasado mandato del PP y al nivel de vida del que disfrutó en su segunda etapa como máximo mandatario de la Comunidad.