El president Antich comunicó ayer a los tres consellers de Unió Mallorquina (UM) en el Govern su destitución y anunció el cese de todos los cargos ejecutivos de este partido, tanto en el Govern, como en el Consell y en Cort.
Antich, en su esperada comparecencia, confirmó la decisión que había comunicado la noche anterior a su entorno más próximo y, tras descartar las elecciones anticipadas, informó de su decisión de gobernar en minoría con el Bloc. Antich explicó que aprovechará la salida de los tres conselleres de UM (Miquel Angel Grimalt, Medi Ambient; Miquel Ferrer, Turisme y Mateu Cañellas, Joventut i Esports) para reducir la estructura del Ejecutivo, suprimiendo algunas conselleries y fusionando otras.
Aunque el president no lo concretó ante los medios, sí que comunicó a otras personas que su idea era recuperar el propyecto de remodelación que tenía previsto para septiembre del pasado año cuando destituyó a Maria Angeles Leciñena y Bárbara Galmés.
Las posibilidades
Antich explicó que será la próxima semana cuando presente el organigrama definitivo del Ejecutivo. Hoy expondrá algunas ideas en la reunión de la Ejecutiva del PSIB y, durante el fin de semana, aprovechará para reunirse con los líderes del PSM y EU. Aunque sin confirmar, se barajan varias posibilidades, entre ellas la de unir Medi Ambient y Agricultura o adscribir Esportr y Joventut a Presidència. También se da por hecho una ordenación «más lógica» de las competencias que ahora gestiona Pilar Costa. Pero, de todo eso, no hay una decisión en firme y el president no quiso dar pistas.
Antich, en su comparecencia de ayer, tras un brevísimo Consell de Govern, se limitó a exponer las razones por las que apartaba a UM del Govern y del resto de instituciones: dijo que se el «compromiso» que se propuso al inicio de la legislatura era que hubiera un «antes y un después» respecto a los numerosos casos de corrupción.
«No podemos tolerar situaciones como las del pasado, en las que se consentía el uso del dinero público en función de intereses privados», dijo el president acompañado de otros consellers y conselleras del PSIB.
Muy serio y con gesto grave, Antich recalcó que la «imagen» de Balears no puede estar asociada a la corrupción, al tiempo que se mostró confiando en que la Justicia «aclare hasta el final» todos los casos que está instruyendo.
Antich consideró que el estado de ánimo de la ciudadanía es de «desconfianza» e incidió mucho en una idea clave: que ante el primer caso grave de corrupción de 'su' Govern no se podía actuar como en el pasado. Incidió en ello en varias ocasiones.