El hasta hoy conseller d'Esports, Mateu Cañellas (UM), manifestó que tras la expulsión de la formación nacionalista del Govern, el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Palma, deja su departamento «orgulloso de haber trabajado honradamente», aunque «entristecido» por el hecho de que la detención de varios cargos de UM hayan llevado al presidente del Ejecutivo, Francesc Antich, a adoptar esta decisión.
Cañellas se mostró «satisfecho por las cosas bien hechas» desde la Conselleria durante la actual legislatura, y aseguró sentirse «con ánimos» para afrontar esta nueva etapa. Sin embargo, aseveró que dejar este departamento no le ha llevado por el momento a plantear un abandono de la vida política.
«Nos esperan quince días muy raros y ya veremos hacia dónde nos dirige la vida», incidió el ex conseller, quien subrayó que «ya sabía que en algún momento iba a dejar la Conselleria y algún día dejaré de ser político». Sobre el hecho de que, pese a no estar encausado en ningún caso judicial, haya sido cesado de su cargo, manifestó que «hay otros miembros de UM que tampoco están imputados y en el caso de quienes sí lo están, se irán aclarando las cosas».
Al mismo tiempo, manifestó que a nivel de partido reafirma las palabras del presidente de UM, Josep Melià, quien criticó hoy la decisión «precipitada y unilateral» de Antich, y advirtió de que, a partir de ahora, tiene las «manos libres» en las tres instituciones, teniendo en cuenta que este partido es «determinante» en todas ellas.
Cabe recordar que Cañellas, miembro de UM desde 2002, estaba al frente de la Conselleria desde 2007, tras las elecciones autonómicas de ese año. Entre 2002 y 2007 había sido director insular de Proyectos, aunque previamente había sido atleta profesional, proclamándose campeón de Europa junior en 1.500 metros en 1991 y en pista cubierta de Estocolmo en 1996.