La cadena hotelera mallorquina Sol Meliá, que preside Gabriel Escarrer, inauguró ayer su primer hotel de lujo en China, el Gran Meliá Shanghai, fruto de un acuerdo con sus constructores: el grupo estatal chino Xintian (Suntime) y el cubano Cubanacán.
El hotel, un cinco estrellas, es un edificio de 30 plantas y 686 habitaciones, y aunque no es el más grande ni el más alto de la ciudad, está situado en pleno corazón financiero, la zona de Pudong, un punto emblemático desde el que espera construir en pocos años el prestigio de su marca, aún desconocida en China.
El proyecto, que Sol Meliá podrá gestionar durante 10 años, prorrogables por otra década, permitirá a la firma española «demostrar (en China) que somos grandes operadores, que también podemos operar en esta parte del mundo, y que nuestra marca tiene capacidad suficiente para crear riqueza para los propietarios», explican desde Sol Meliá.
Este es el octavo hotel de la cadena en Asia y las previsiones de Sol Meliá es estar también presentes en Pekín y Cantón.