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Un juguete caído del cielo

Muchas familias de la Isla se acercaron ayer hasta la Serra de Tramuntana para contemplar la abundante nieve caída.

Palma |

Jugar con la nieve es algo que atrae a niños... y mayores. Basta contemplar las imágenes que estos días ofrece la televisión para comprobarlo. Si esto ocurre en lugares donde la presencia de la nieve es más o menos habitual, no es de extrañar que en cuanto nuestra Sierra se cubre de blanco, sean muchos los que cogen el coche y se acercan a contemplarla, especialmente si hay niños en la casa.

Ayer fue uno de esos días. Muchos fueron los que pese a las bajas temperaturas se acercaron a la Serra de Tramuntana. Aunque la carretera a Lluc estaba cortada al tráfico, fueron muchos los que consiguieron llegar hasta el Monasterio, que lucía blanco de postal.

Abrigados con anoraks, gorros y guantes, los más pequeños de la casa disfrutaron haciendo muñecos o enzarzándose en las tradicionales batallas de bolas de nieve.

Para algunos era la primera vez que veían de cerca la nieve y la tocaban con sus manos, y no faltó quien se la llevó a los labios.

Algunos de los que jugaban ayer con la nieve repetían, ya que también lo hicieron a mediados del pasado mes de diciembre, aunque en aquella ocasión hacía mucho menos frío que ayer. Y es que la temperatura en Lluc bajó ayer de los cero grados.

Valldemossa fue otro de los lugares donde se acercaron muchos palmesanos. También allí se podían ver muñecos de nieve.

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