Un carpintero de sa Pobla que trabajó en el 'palacete' de Jaume Matas, y reconoció que cobró en dinero opaco, declaró el pasado jueves ante los guardias civiles que investigan el patrimonio de Matas. La declaración se produjo a media mañana, en sa Pobla, junto a la de otras tres personas. El carpinero dijo que en su día construyó un habitáculo donde se escondía una caja fuerte. En su declaración señala que para acceder al habitáculo, «que mide 50 centímetros de ancho por dos metros de alto», hay que presionar un extremo de un armario que hay en el dormitorio del matrimonio Matas-Areal. Al hacerlo, según declaró el carpintero, aparece el habitáculo, donde hay una caja fuerte». Tras firmar la declaración el guardia civil informó al juez Castro, y éste decidió llevar a cabo el registro la tarde del mismo día para evitar lo que se llama «fuga de información». Es decir, que se cortier a la voz y, de ser cierto que había una caja fuerte, alguien cercano a Matas pudiera vaciarla de su hipotético contenido. Pero poco después de entrar en el dormitorio se comprobó que no existía tal artilugio, por lo que el juez reclamó la presencia «inmediata» del carpintero. A su llegada al 'palacete' dijo que, quizás, se le había mal interpretado, ante lo cual se le enseñó la declaración que había firmado pocas horas antes. Al final se abandonó la casa, y no es previsible que el juez tome alguna medida en contra del carpintero.
Hasta el momento se han encontrado tres cajas fuertes reacionadas con Matas. Una estaba instalada en el piso de Madrid, y las otras dos, como ya se informó en este periódico, fueron localizadas la mañana del pasado jueves en una nave, en sa Pobla.