La crisis económica se ha cebado especialmente este año en la temporada de invierno en la planta hotelera de Mallorca, ya que muchos hoteles que otros años habían tenido abiertas sus puertas, han decidido cerrar. Este hecho se aprecia notablemente en los hoteles de cinco estrellas, que abrían todo el año y éste han tenido que cesar en su actividad por la caída en picado de la demanda. El hotel Hilton-Sa Torre o Son Juliá, ambos en Llucmajor, son un ejemplo de esta coyuntura tan adversa en la hotelería de lujo.
Para el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM), Antoni Horrach, «este es el peor invierno para el sector hotelero, como lo demuestra el hecho de que haya 100 hoteles menos abiertos en comparación con la pasada temporada baja y media. La situación es muy delicada y ahora habrá que determinar cuándo se abrirá esta planta de alojamiento en 2010».
Este cierre progresivo ha provocado que en la Isla estén abiertos en estos momentos menos de 100 hoteles, generando en gran parte de los casos expedientes de regulación de empleo y aplazamiento de pagos con los proveedores.
Aurelio Vázquez, presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) de Balears, puntualiza que «los establecimientos que peor lo están pasando, en lo que se refiere a la oferta abierta y que no opera con el turismo social o del Imserso, son los de cinco estrellas y la oferta hotelera urbana de Palma».
La ocupación media en estos momentos roza entre el 25 y 30%, entre diez y quince puntos menos en comparación con los mismos meses de 2008. «Estos porcentajes son tirando por alto, ya que hay cadenas que mantienen hoteles abiertos para mantener los puestos de trabajo, ya que ni agrupando los hoteles se podría llenar al compleo el que quedara abierto. Esto da una idea de la situación y de los problemas empresariales y laborales que se están planteando este invierno», indican desde la ACH.
Los hoteles de cinco estrellas, que tenían abiertas sus puertas los doce meses del año, «no captan clientes ni realizando ofertas. No es un problema de precio, sino que la demanda no reacciona por la retracción que se ha producido en el consumo. La demanda está congelada», puntualizan directores de varios establecimientos de cinco estrellas de la Isla.
Esta dinámica turística, con descenso del número de pasajeros en el aeropuerto de Son Sant Joan y con unas previsiones negativas, está generando que hoteles que han decidido tener abiertas sus puertas «estén en estos momentos estudiando la posibilidad de cerrar a principios de 2010, ya que la caída de la demanda será aún mayor. Este hecho afectará especialmente a los hoteles urbanos de Palma, que padecen este invierno con más agudeza esta caída del mercado», añaden desde la FEHM.
Los touroperadores, especialmente alemanes, puntualizan que la demanda no reacciona, lo cual justifica el progresivo descenso de la cifra de visitantes a la Isla. El mercado español al igual que el británico «no se han recuperado a lo largo de 2009, ya que han tenido registros negativos en la mayoría de los meses», indican representantes de mayoristas españoles.
La previsión para 2010, es que hasta mediados del próximo año la actual tónica empresarial hotelera se mantenga en ratios de productividad negativos por la crisis.