Lo más suave que se dijo ayer del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, «es que es como don Juan Tenorio» y que a su modo de ser le puede aplicar la definición que éste hacía de sí mismo, «dondequiera que fui, la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la Justicia burlé y las mujeres vendí».
La comparación es de el Padre Joan March, del Monestir de la Real, uno de los copresentadores del libro 'Pedro J. Ramírez al desnudo', de José Díaz Herrera, que ayer tuvo lugar en Palma. Acompañaron a Herrera, Jaume Sastre, autor de 'La guerra de la piscina' y Miquel Àngel Tortell, autor de 'El Mundo contra Mallorca'.
Unas sesenta personas asistieron a la presentación del libro que, según el autor, es fruto de un laborioso trabajo de investigación y de conversaciones con personas del entorno del periodista.
Según el autor, Ramírez es «un individuo prepotente y mentiroso», «el instigador de los Gal», «una sabandija», «un golpista» y alguien que practica «el periodismo de dinamita y gasolina»
Más suave que los copresentadores (Sastre le llamó 'psicópata» y Tortell dijo que «funciona como Jack el destripador») pero sin conceder tregua al director del El Mundo, a quien describió como «íntimo de Zapatero», Díaz justificó su libro en la necesidad de hacer autocrítica de la profesión y en acabar con una expresión típica del periodismo en España, la máxima de «perro no come perro».
Díaz, que trabajó en Cambio 16, la revista política fundamental de la transición y que dio pie al nacimiento de Diario 16, explicó que la prensa americana tiene muy claro que «lo primero que hay que investigar son los propios medios de comunicación» Citó al «libro de cabecera en la Universidad de Columbia» y dijo que «los periodistas que presumen de saber más de lo que cuentan no son buenos periodistas». El libro arranca con «una bomba»: con el suicidio de una mujer policía, esposa de otro policía «perseguido», según el libro, por el diario El Mundo y las teorías conspirativas sobre el 11-M.