El informe efectuado por la Guardia Civil, después de un año de investigar el patrimonio de Jaume Matas, y del que se comenzó a informar ayer, continúa con las compra de artículos de lujo, las residencias en pisos de Madrid y el de la Colònia de Sant Jordi.
El informe señala que «desde el 24 de marzo de 2003, fecha en la que el matrimonio alquila una vivienda en la calle Goya de Madrid, y posteriormente en el mes de junio de 2005 se traslada a la calle Don Ramón de la Cruz, hasta día de hoy, tanto el matrimonio o sus hijos han residido de una forma continuada en la capital. Es de reseñar que sólo se tiene constancia de un traslado de muebles realizado por una empresa de Palma, en el año 2006, por un importe aproximado de 10.000 euros. Los muebles fueron recogidos en el chalet de Cas Catalá y nunca salieron de la Isla. La factura asciende a una cantidad elevada por el servicio de guardamuebles. Así, los dos pisos de Madrid se encontraban desamueblados, y cabe preguntarse la procedencia de los nuevos muebles, electrodomésticos y medios de pago».
Gastos
En otro párrafo del informe, los guatrdias civiles «hacen números» con los gastos que se atribuyen a Matas y a su esposa: «si grosso modo se tiene presente el pago de una hipoteca próxima a los 40.000 euros anuales; el 'alquiler' del piso de Madrid por importe de 30.000 euros anuales; el pago de universidad y colegios mayores durante años por importe de 10.000 euros anuales; personal de servicio en Palma y Madrid pendiente de cuantificar; numerosos viajes y estancias en el extranjero; pagos de comunidad y portería; servicios de suministros básicos de varios domicilios; impuestos; telefonía; compañías de seguros; vehículos; abonos a clubes deportivos; contínuos desplazamientos vía aérea y otros, fácilmente superen los 130.000 euros anuales, sin entrar en adquisiciones, pagos de tarjetas y gastos suntuosos que, a expensas de su comprobación, elevarían sustancialmente dicha cantidad. Además de todos los gastos descritos, consta la aportación de 40.000 euros en fondos de pensiones».
A continuación el informe detalla los resultados de la investigación en el piso de Madrid, datos de los que se ha informado ampliamente en este periódico. Se habla, por ejemplo, de que el inmueble de la calle Don Ramón de la Cruz fue adquirido por Bartolomé Reus el 28 de abril de 2005 por un millón de euros. De todos los testimonios de personas de la finca, ninguno lo ha visto nunca en el edificio a Bartolomé Reus. También se recuerda que Fernando Areal pagó 100.000 euros el 29 de abril de 2003 en concepto de arras penitenciales, y que el mismo día que la constructora Vallehermoso devolvió el dinero a Areal, los entregó Bartolomé Reus. La Guardia Civil escribe al respecto en el informe que «es más que evidente la maniobra realizada cuya única finalidad era ocultar el nombre de Fernando Areal en la operación de compra, por su relación con su cuñado, Jaume Matas, que a la postre será quien 'casualmente' resida y disfrute del inmueble».
Connivencia
Continúa el informe así: «Entre los documentos (de Madrid) existe una anotación manuscrita en un adhesivo, en la que se lee que hay que mandar la correspondencia a Fernando Areal Montesinos, a su piso en el Paseo Marítimo, en Palma. La connivencia entre los actores descritos es más que evidente. Bartolomé Reus ha ejercido y continúa ejerciendo de testaferro del matrimonio Matas-Areal».
La vivienda de la calle Don Ramón de la Cruz comprende una superficie construida aproximada de 186 metros cuadrados. Tiene anexionado el inexistente piso 4ªB, por lo que se trata de la mayor vivienda de todo el edificio.
También se deja constancia de que a los pocos días de tomar posesión del piso se cambiaron todas las puertas, y se iniciaron unas obras que duraron unos seis meses.
A raíz del registro que se llevó a cabo en el piso, y en la que estuvo presente una juez, se intervino documentación en la que se dice que la empresa Denario se hizo cargo de las obras de reforma.
Como curiosidad, se refleja en el informe que «los rumores que circulaban en la constructora Vallehermoso eran de que dicho inmueble iba dirigido a un alto cargo de Baleares».