Unos veinte representantes del centenar de ex empleados de la Clínica Salus de Bedalmadena (Málaga) que pertenece al grupo Femenia -propietarios de la clínica palmesana que lleva el mismo nombre- se manifestaron ayer por el centro de Palma exigiendo poder cobrar sus indemnizaciones.
Estos trabajadores, apoyados por la Federació de Sanitat de CCOO Balears y el Àrea de Privadas de Sanidad de CCOO Andalucía, explicaron que la actual administradora de la empresa, la señora Kennedy, esposa del doctor Femenia, «ha ido retirando fondos de la empresa a su gusto y sin devolverlos a la caja» lo que ha provocado, según los denunciantes, que un centenar de trabajadores del grupo Femenia en Málaga se hayan quedado sin trabajo.
«Llevamos diez meses sin cobrar, 40 trabajadores alcanzaron un acuerdo con la empresa de despido con 30 días y el resto, 60, pedimos el autodespido», explica Joaquín Domblás, en representación de sus compañeros.
La administradora, según denuncian estos trabajadores, «ha dejado la empresa sin actividad, lo que ha llevado al cierre indebido e injusto de la clínica», dejando una deuda con los trabajadores de «cerca de 2 millones de euros, entre nóminas, finiquitos e indemnizaciones».
Por otra parte y según denunciaron ayer los trabajadores la intención de la administradora del grupo Femenia es vender la clínica de Palma, actualmente alquilada por el grupo Bellver.