El Ajuntament de Palma ya ha comenzado a sustituir las placas de las calles con nombres de la época franquista por otras metálicas vitrificadas, excepto en la zona del centro histórico donde sí se pondrán de mármol. Sin embargo, Arca ha pedido al consistorio palmesano que aquellas placas que hagan esquina sean las dos de mármol para que no haya «un agravio estético; le pedimos al Ajuntament sensibilidad», sostiene el portavoz de Arca, Joan Pascual.
Por su parte, la ex alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, ha manifestado su desacuerdo con la sustitución de las placas de mármol por otras metálicas vitrificadas. «Todas las ciudades tienen un elemento que las identifica», señala en relación a las placas de mármol de las calles de Ciutat. «Si se deterioran las placas habría que cambiarlas y aquí cabría la posibilidad de poner un modelo u otro, pero acometer un cambio así porque sí lleva a la ciudad a perder su identidad». En este sentido, la ex alcaldesa asegura que «hay muchas necesidades mucho más importantes, que plantear estos cambios».
Los vecinos de las calles afectadas también han manifestado su contrariedad con el cambio de los nombres, ya que están teniendo que realizar una serie de trámites burocráticos. Por citar algunos ejemplos, tienen que cambiar las direcciones de correo, los DNI, etc. Los residentes no son los únicos que se ven afectados, sino que también lo están los transportistas.
Sin embargo, el regidor de Funció Pública, José Hila, recuerda que se ha optado por cambiar las placas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y explica que se ha optado por sustituir las de mármol por otras metálicas vitrificadas, excepto las del centro histórico y las zonas colindantes, ya que «son más baratas, duran más, tienen más espacio y se pueden colocar en más sitios».