En rueda de prensa Rubalcaba confirmó la noticia de la que se informó ayer en este periódico, sobre la apertura de una investigación para esclarecer «el incumplimiento de la orden dada por el delegado del Gobierno de hacer las cosas con prudencia y mesura, justo lo contrario de lo que se ha hecho», dijo el ministro.
«Cuando se resuelva quién no ha cumplido la orden, que es alguien de la cadena de mando, el delegado del Gobierno en Balears tomará las medidas adecuadas», manifestó el titular de Interior.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, dijo ayer tras la Junta de Seguridad celebrada en Felanitx que su «instrucción directa» sobre el traslado de los detenidos en la 'operación Espada', fue que se realizaran sin esposas, «y mi orden fue desobedecida».
«Mi instrucción directa es que les respetaran como personas, que les dieran agua y ropa limpia y que la conducción fuera sin esposas», dijo Socías sobre las detenciones de tres ex altos cargos del PP y otros dos imputados.
«En principio, cuando el jefe superior presente el informe podré señalar dónde se ha roto la cadena de mando», añadió Socías.
Sobre las declaraciones realizadas por la presidenta del PP balear, Rosa Estarás, quien dijo que Socías le había pedido disculpas por el trato policial dispensado a los detenidos, el delegado del Gobierno afirmó que «no he pedido disculpas, pero no tengo ningún problema en pedirlas».
Socías manifestó que las declaraciones realizadas por los ex altos cargos del PP balear acerca del trato recibido «muestran cierta incongruencia», ya que según ha señalado, los propios arrestados agradecieron inicialmente «el trato exquisito que habían recibido de los agentes» y posteriormente han dicho «que fueron tratados como perros», ha criticado Socías.
El comisario jefe de Seguridad Ciudadana en Balears, Alfonso Jiménez, ha asumido la responsabilidad en el error de trasladar las órdenes que le había cursado el jefe superior de policía. En la minuta redactada por el comisario, éste dice que el jefe superior de Balears le ordenó que los detenidos tuvieran jabón y papel higiénico para asearse antes de acudir al Juzgado con la ropa que le iban a llevar sus familiares, que se les facilitase un cuarto de baño para tal efecto y que su traslado a los juzgados se realizase en un furgón sin otros detenidos y que no fueran esposados. El comisario creía haber transmitido estos extremos a sus subordinados, pero al preguntar a éstos y afirmar que no recuerdan la orden de que no se esposase a los detenidos, asume que el error pudo ser suyo.