Pasaban pocos minutos de las ocho de la tarde y la ciudad de Inca empezó a vibrar al son de la música con la llegada de la comitiva de los moros a la plaza Major. Empezaba la fiesta de Sa Pota del Rei.
Encabezados por el caudillo de la ciudad, Benahabet, encarnado por Antoni Jiménez, los moros iniciaron su recorrido lleno de fiesta hasta el Serral dels Molins, donde se inició la lucha entre los moros y los cristianos.
Cientos de personas se habían congregado en la zona para ver la batalla que terminó, como no podía ser de otra manera, con la victoria del rey Jaume I, que fue representado por Francesc Solivelles.
Después de la lucha y entre gritos de euforia de los ganadores, la comitiva regresó a la plaza Major, donde Jaume I y Benahabet mostraron sus banderas en el Ajuntament.
Maria Nadal
Fotos: Joan Lladó