Los ayuntamientos de Mallorca adeudan más de 54 millones de euros a Tirme, la empresa concesionaria de la gestión del tratamiento de los residuos urbanos para toda la Isla. Esta deuda, según fuentes de la concesionaria, pone en peligro la viabilidad de este servicio esencial, ya que alcanza en estos momentos, a fecha de 31 de junio, el 75% del volumen de ingresos totales de explotación de Tirme.
Las mismas fuentes señalan que prácticamente la mitad de la deuda se ha generado en los últimos doce meses y temen que la misma se incremente de forma espectacular de aquí a final de año. Como ejemplo de ello, baste indicar (ver gráfico adjunto) que en sólo un mes se ha pasado de 47,7 millones a 54,4, cifra que puede llegar en diciembre a los 80 millones de euros, lo cual supondría el colapso de Tirme. La concesionaria del servicio ya adelanta que a partir de octubre, en caso de no resolverse esta sitaución, no podrá hacer frente al pago de las nóminas de sus 350 trabajadores.
Tirme ha remitido una carta a todos los ayuntamientos de la Isla instándoles a que hagan efectivo el pago de la deuda, recomendáloles, al mismo tiempo a recurrir al decreto de medidas extraordinarias y urgentes para facilitar a las entidades locales el saneamiento de deudas pendientes de pago con empresas y autónomos. Los municipios, según el decreto, pueden acceder a créditos blandos para afrontar este tipo de deudas, pero el plazo de solicitudes finaliza a finales de esta semana.
También se ha hecho lo propio con el Consell de Mallorca, en cuyo escrito a la presidenta de esta institución, Francina Armengol, manifiestan su delicada situación económica y piden que se adopten todas las medidas legales para restablecer el equilibrio económico y financiero de la concesión.
Los ayuntamientos, de los cuales el de Palma aglutina el 40% de la deuda global (20 millones de euros), según las mismas fuentes, ya han cobrado a los ciudadanos este servicio a través de la tasa de tratamiento de residuos sólidos urbanos, ya que se trata de una tasa finalista por un servicio determinado, cuya cantidad fija el Consell de Mallorca pero que se cobra a través de los recibos municipales.
Este hecho es calificado de «financiamiento irregular» de los ayuntamientos, porque cobran el servicio, pero no hacen lo propio con la empresa concesionaria.
Las facturas pendientes se remontan a 2001, pero es en estos últimos meses, como consecuencia de la actual coyuntura económica, donde Tirme ha apreciado un incremento de la deuda. Es por ello que la empresa se quiere cubrir las espaldas para evitar males mayores y concienciar al Consell Insular y ayuntamientos de que no se puede seguir en la actual tónica, porque en caso contrario se vería afectado el servicio de tratamiento de residuos sólidos urbano por falta de financiación en la empresa concesionaria, la cual pide que se apliquen medidas urgentes a corto plazo.