El ex gerente de la Empresa Funeraria de Mallorca (EFM) Óscar Collado abandonó ayer la cárcel de Palma tras permanecer 16 días preso al estar imputado de la supuesta comisión de hasta cinco delitos: malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación, cohecho y contra la administración pública. «En estos días tan duros he podido comprobar quienes eran mis amigos», declaró Collado, que hizo partícipe de esa conclusión a toda su familia.
Por la mañana, su abogado José Ignacio Herrero, había constituido la fianza de 100.000 euros impuesta por el juez instructor del 'caso Funeraria', y ya por la tarde, a las 19.10 horas, Collado quedaba libre con cargos. El dinero fue reunido por familiares y amigos del ex gerente de la EFM tres días después de la fianza fijada por el magistrado Manuel Vicente Penalva.
A su salida de la cárcel, con su familia esperándole varias horas bajo un sol implacable, Collado leyó un comunicado a los periodistas redactado por él mismo. «Quiero reconocer a todos los funcionarios de este centro el alto grado de profesionalidad y el excelente trabajo que desarrollan, incluso, muchas veces no reconocido», dijo.
«También, en estos días tan duros para mi mujer, mis hijos, mis hijas, así como el resto de familia, han podido comprobar quiénes eran sus verdaderos amigos. Su apoyo total, su cariño, nos han ayudado mucho. Para todos, mi gratitud impagable», añadió. También, quiso agradecer «a los empleados de la Funeraria que se han interesado por mi situación», dijo. «Si me permitís una última reflexión para todos», precisó: «Pensar que dentro de este muro hay más de 1.800 personas que tienen familia, que todos están necesitados de ayuda y colaboración». Collado, que salió de la cárcel con el libro «Las cosas que no nos dijimos» de Marc Levy, y luciendo un aspecto inmejorable, rehusó opinar sobre su situación procesal y destacó que el tema judicial «está sub júdice». Finalmente, explicó que quiere escribir «un documento» sobre la vida en la cárcel y las personas «admirables» que conoció durante su reclusión.