La mallorquina Wilma González, de 25 años y miss Playboy España 2007, fue la quinta expulsada de 'Supervivientes' en el que permaneció 35 días (del 19 de marzo al 23 de abril) protagonizando dos polémicas discusiones con el ex triunfito Iván y con la streeper Daniela Blume. «Estoy contenta con la experiencia, me permite ver la vida desde una óptica más humilde». Wilma, mientras recupera alguno de los 8 kilos que perdió en cinco semanas de hambre intensa en los cayos de Honduras, prepara varios proyectos interpretativos. Afincada en Madrid, este verano espera pasarlo en Palma.
-¿Has regresado del infierno?
-Infierno, infierno, no. Las tres primeras semanas estuve bien. Fueron las dos últimas las que se me hicieron cuesta arriba e hice lo que nunca iba a hacer: pedir salir de la isla.
-¿Sufrimiento sólo por falta de comida?
-Por todo. Adelgacé muy rápido. Eso es lo más fuerte y duro. Tener hambre. Pasaron 5 días y no comimos ni una vez. La convivencia es la segunda parte complicada.
-El hambre te hace irascible.
-Tratas de no perder la paciencia. Sabes que te graban y que debes mantener las formas. Pero llegó un momento en que me iba a dar vueltas y me decía: 'Ya no cuento hasta 10, cuento hasta 10.000 para relajarme' con tal de no pegarle dos gritos a uno.
-La convivencia es una bomba.
-Gente que no conoces, con la que jamás has estado y de repente te ves allí encerrada en una isla en la que cada uno tiene su carácter y sus manías. Yo creía que iba a llevar mejor la convivencia y fue un detonante más para que me quisiera ir.
-Decías: 'Voy a aguantar un día más y otro?'
-Es un error pensar así. Hay que hacerlo de otro modo. Cuando piensas un día más y otro? es cuando psicológicamente te vienes abajo. Las primeras semanas me motivaban las pruebas y ganar comida.
-Te apoyabas en tus compañeras Begoña y Yolanda.
-Con Begoña y Yolanda, y también mucho con Ivonne. La gente no se lo cree, pero yo hablaba mucho con Ivonne, la considero una amiga.
-¿No hiciste ningún amigo imaginario como Tom Hanks y su coco en 'Náufrago'?
-Si hubiese ido sola a la isla, habría hablado con las palmeras y las piedras.
-Llega un momento en que os lo habéis contado todo.
-Llega un punto en que no hay mucho por hacer ni contar. El no comer te deja débil y no te apetece hacer nada, lo mejor, los atardeceres. Las noches también se hacían largas.
-¿No temías a los insectos?
-No, y mira que a la pobre Yolanda se la comían los mosquitos. No pican una vez, sino 200 veces. A mí por suerte me respetaron? será porque tengo la sangre más amarga.
-Cuando no hay una cámara que os graba, ¿qué ocurre?
-Hay una persona que todo el tiempo está contigo. Por la noche se ponen una colchoneta al lado de ti y te graban. Los cámaras son como personas que no existen.
-Tus últimos días fueron los peores.
-Fue el único momento en que sentí ansiedad. Tenía tantas ganas de regresar que me dio ansiedad.
-¿Cómo te preparaste para concursar?
-Bajé archivos de Internet que luego allí sirven de poco. Gané unos kilos. Uno sabe que lo pasará mal, que no va de vacaciones, pero no tanto. Nadie habla contigo y nadie te da de comer.
-¿Repetirías?
-No lo sé.
-Tantas horas en los cayos, tanto tiempo, ¿en qué llegas a pensar?
-Te vuelves un poco loca. La mente es un arma de doble filo. Se pasa mal. Te agobias mucho. Un día estás arriba porque has ganado una prueba y al otro quieres irte.
-¿Algún favorito para ganar 'Supervivientes'?
-Los cuatro finalistas serán Yolanda, Ivonne, Matías y Escassi. El ganador creo que será un chico y mi favorito es Matías. Pero creo que ganará Escassi.
-El Golosina haría mucha gracia.
-Pero todo termina cansando.
-¿La discusión con Daniela fue por un momento de presión?
-Ella ya venía provocándome. Con muchos no me llevaba bien y sé que fuera me llevaré bien.
-¿Echabas de menos una ducha y una cerveza fría?
-La primera ducha del hotel, tras salir, fue genial. Hubo una prueba de líder en un río con cascada. Me había dado mucha asiedad por la mañana y era la semana que me iba a ir, por lo que lo mejor habría sido que no hiciera la prueba, y la hice, por meterme en el agua dulce. Me peinaba con ramitas. El pelo se veía bonito pero era como un estropajo.
José Sevilla (texto y fotos)
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