El Govern, el Ajuntament de Palma y empresas como El Corte Inglés se sumaron ayer a la convocatoria mundial promovida por organizaciones ecologistas de «apagón» contra el cambio climático, que tuvo lugar entre las 20:30 y las 21:30 horas bajo el lema «La hora del planeta».
Con esta iniciativa se pretende concienciar a la sociedad sobre el problema del cambio climático.
La decisión del Ejecutivo supuso que durante esa hora de permanecieron apagados todos los sistemas eléctricos de los edificios dependientes del Govern, entre ellos el Consolat de Mar, sede de la Presidència.
La convocatoria era abierta y consistió en la desconexión del consumo eléctrico en las viviendas, centros de trabajo, instalaciones y equipamientos públicos y privados durante una hora.
También expresó su apoyo el Obispado de Mallorca, que mantuvo apagada la iluminación de la Catedral. Cort hizo lo mismo con la iluminación del Castell de Bellver y la fachada del Ajuntament.
La Conselleria de Medi Ambient afirma que un apagón general de una hora en las islas supondría que dejarían de emitirse a la atmósfera 504 toneladas de gases de efecto invernadero, lo mismo que el consumo eléctrico de cincuenta personas durante un año o veinticinco coches durante su vida útil.