El ente público AENA ha prescindido en marzo de 35 vigilantes de seguridad de la empresa Trablisa en el Aeropuerto de Palma, a pesar de que, según criticó el secretario general de CCOO de la Federación de Actividades Diversas, Miguel Sañudo, Son Sant Joan es un «coladero» donde la seguridad es «ficticia», sobre todo, en los controles de los 5.000 trabajadores del aeródromo, debido a la falta de personal.
Sañudo y el representante de UGT en el Comité de Empresa de Trablisa, Miguel Pérez, señalaron que el director de Seguridad del Aeropuerto de Palma, Miguel Campaner, ha generado una mayor «inseguridad» en estas instalaciones, tras tomar la decisión de reducir la plantilla de seguridad privada en 35 trabajadores, de los que 15 han ido al paro por ser eventuales y el resto han sido recolocados como vigilantes en otras zonas de Palma.
Concretamente, Pérez señaló que éste es el primer paso del objetivo de Campaner de disminuir la plantilla de seguridad en Son Sant Joan en un 50 por ciento, en relación a la que había el año anterior durante la temporada baja (220 trabajadores) y la temporada alta (300).
Así, apuntó que ya ha comenzado a cerrar garitas de seguridad, situadas en diferentes zonas del Aeropuerto, como el control que estaba ubicado en el acceso a la zona militar, junto a Son Banya y, en este sentido, reveló que se han eliminado algunos accesos a distintas áeras de Son Sant Joan.
El dirigente de UGT lamentó que Aena, «en lugar de aumentar la seguridad, la está disminuyendo», lo que está provocando que algunos filtros de pasajeros sólo cuenten con un vigilante de seguridad, cuando, en principio, debería haber tres, dos para realizar los cacheos (uno para hombres y otro para mujeres) y uno para controlar el escáner.