A apenas una semana de la llegada de la primavera, las playas de la bahía de Palma acogieron ayer una primera jornada con numerosos ciudadanos dispuestos al primer chapuzón. En un fin de semana anticiclónico que despide este invierno, uno de los más duros en décadas, éste fue anhelado anticipo de la nueva y más apacible estación. Si bien el sol calienta ya lo suficiente como para tomarlo en bañador sin temor a coger frío, lo cierto es que ayer la ubicación geográfica de las distintas playas condicionaba el atuendo. Si en Cala Major al mediodía y en la terraza del bar hacía verdadero calor, no ocurría lo mismo a unos kilómetros, en la playa de es Fortí de Illetes. Allí la brisa marina soplabla fría y eran pocos los que se desprendieron de chaquetas y cazadoras a la hora de tumbarse al sol. Más protegida y concurrida estaba la vecina Cala Comtesa, que a primera hora de la tarde se encontraba atestada y con el aparcamiento al completo. Un ambiente apacible propio de antaño dominaba la arena en la contigua Platja de Illetes o en la de Costa den Blanes, ante una mar en calma y cristalina.
Jornada playera
El buen tiempo anticiclónico y primaveral animó a muchos ciudadanos a tomar en sol en la playa e, incluso, a atreverse con el primer baño