Demarcación de Costas de Balears ha ejecutado este año una veintena de demoliciones de instalaciones situadas en zonas de dominio público marítimo terrestre. Así lo explica el jefe de Demarcación de Costas, Celestí Alomar, quien precisa que diez de estas demoliciones se han llevado a cabo en Mallorca; cinco, en Menorca y cuatro, en Eivissa.
A la demolición, según indica Alomar, se ha llegado por causas diferentes. En algunos casos, la concesión ha finalizado y, en este caso, se obliga al titular de la concesión a restituir la zona a su estado original. En otros, «es la consecuencia por la ejecución de obra abusiva», es decir, que se ha construido más de lo autorizado por Costas. Esta irregularidad implica además una importante sanción económica.
Una de los derribos más importantes que ha culminado este año ha sido el del emblemático complejo de la Mola Club, en Andratx. En este caso, la concesión se extinguió y se ha procedido a la restitución de la zona. En Mallorca, también se derribó la terraza cubierta de Bananas, en Son Bauló, así como una piscina y una plataforma de hormigón en Capdepera, en sa Punta de na Bixa. En los núcleos costeros de Canyamel, sa Ràpita o Betlem también se ha procedido a la eliminación de muros o vallas en los accesos a las playas. «Llevamos tiempo trabajando en poner orden en las concesiones. Nuestro objetivo es esta regulación, pero es un tema amplísimo , complejo y con casuísticas diferentes», asegura el jefe de Demarcación de Costas. «Hay concesiones que acaban y renuevan, y otras que no porque a Costas no le interesa, ya que la función que cumplían hace unos años ya no es la misma ahora. Otras pueden mantener su función social si es de carácter público y no individual».