El Gremi de Tintorers i Bugaders de Balears se reunió anteanoche a manteles, en Son Termes, para celebrar el 30 aniversario de su fundación, o como dijo su presidente, Bernardí Salom, su refundación, puesto que la antigüedad del colectivo se remonta a la Edad Media.
En la sobremesa de la cena, que como se había previsto resultó amena, animada y divertida, fueron entregadas las placas en conmemoración de este aniversario a afiliados, amigos e invitados. Hubo también discursos por parte de la consellera de Comerç i Indústria, Francesca Vives, que asistió al acto junto con el presidente del IDI, Àngel Pujol, y del presidente del gremio, el citado Bernardí Salom, quien tuvo un recuerdo para aquellos socios que refrendaron el gremio hace 30 años, a la vez que animó a los más jóvenes a que siguieran formando parte de él y que lo apoyaran en todo momento. También recordó el presidente los peores enemigos a los que se tienen que enfrentar en los últimos tiempos: los costes, que cada vez son mayores, y el precio de las prendas, que como cada vez son más baratos se desechan mas rápidamente que antes, por lo que la clientela decrece. De cualquier modo, y pese a la crisis reinante, al gremio se le ve muy unido.