La Mesa de Seguiment de l'Economia Balear ha mostrado su apoyo unánime a las medidas presentadas por el Govern para encarar las dificultades en las que se encuentra inmerso el tejido productivo de las Islas, un proceso que afecta desde hace meses a la totalidad de las economías occidentales con una urgencia y profundidad inusitadas. Con todo, y a pesar de las indudables dificultades Balears se encuentra en una posición de privilegio con respecto al resto de España para afrontar la crisis.
Uno de los valores que refuerza la estrategia balear para hacer frente a la adversidad económica es, precisamente, la unanimidad alcanzada en la Mesa en torno a las propuestas del Govern. El consenso alcanzado respecto a las medidas de reactivación de la inversión pública confirman el papel de 'motor' económico que asume el Ejecutivo que preside Francesc Antich en estos momentos difíciles, un liderazgo indispensable para lograr superar este bache en el que lo más doloroso y complicado, las crecientes tasas de paro, está todavía por llegar.
El acuerdo alcanzado en la reunión de la Mesa de Seguiment de l'Economia Balear se formula como la mejor premisa para recuperar la confianza, elemento intangible pero imprescindible para reactivar la inversión en todos los sectores. De esta coyuntura se saldrá, como se salvaron otras más profundas, como la de la década de los 90. Además, la industria turística está logrando mantenerse en unos índices de ocupación aceptables, dato que confirma el tirón de Balears como destino turístico en los mercados nacional e internacional. El desplome de la construcción, después de unos años de actividad desaforada, es la auténtica asignatura pendiente. Las especiales circunstancias de la 'crisis del ladrillo' obligarán a la redimensión y reorientación de numerosas empresas y la especialización de sus trabajadores.