En los últimos años el Golf Santa Ponça se ha convertido en lugar de encuentro para uno de los mercadillos más concurridos por la alta sociedad. Se trata de «La Boutique de Olga» como se denomina al rastrillo que se ubica en el interior de las instalaciones del Club donde cientos de personas pasan en busca de unas oportunidades increíbles y por el contrarío con ello contribuir en proyectos solidarios. Todos los benefícios van destinados a la ayuda de Nuevo Futuro. Su alma mater es precisamente Olga Bestard, quien precisamente asegura «Lo hago para que la gente encuentre ropa, calzado, complementos y cosas de gran calidad y al mismo tiempo colaboren para los más necesitados. Ellos son felices y a mí me hacen feliz». Precisamente, gran parte de lo que se expone en los percheros son prendas, algunas exclusivas, del vestuario de Olga. Así como collares, relojes y bisutería. Y es que en La Boutique de Olga, hay cabida para todo. Algunas tiendas y firmas de la zona, Santa Ponça y Palmanova colaboran aportando su género y destinando parte de las ventas. Desde las 9.30 de la mañana hasta la 20 horas, desde ayer sábado y hasta el próximo martes están a la venta auténticas gangas de calidad. Y es que se pueden adquirir conjuntos de mujer, abrigos, blusas y muchas otras prendas de vestir de firma y calidad extrema a unos precios, casi simbólicos. Desde primera hora, muchas mujeres acudieron al club del Golf Santa Ponça a comprar.
La propia presidenta de Nuevo Futuro, Carmen Fuster acudió al mediodía de ayer, y pudo apreciar como muchas de las colaboradoras de Olga muestran su apoyo a la causa.
Precisamente uno de los artistas más solidarios es el pintor Tolo Albertí Ferriol quien ha donado una obra valorada en 600 euros, que se puede adquirir por tan sólo 200 euros. En definitiva, grandes oportunidades destinadas a un objetivo solidario que llega a los más necesitados a través de Nuevo Futuro.