El Camí dels Reis, a falta de que los políticos decidan qué clase de solución van a dar para descongestionar la ciudad y evitar los atascos diarios en las zonas de más tráfico, se ha convertido en una especie de segundo cinturón por el que a diario pasan miles de coches en una dirección u otra. Las horas punta lógicamente son las peores, a primera hora de la mañana, de siete a ocho. Resulta complicado poder acceder desde la carretera de Valldemossa hasta la rotonda de Son Rapinya teniendo que pasar por la rotonda de es Secar de la Real y, peor aún, sortear la del polígono de Can Valero en dirección a Puigpunyent o la de la carretera de Sóller.
Algunos de los ciudadanos con los que hemos hablado apuntan como solución que la Policía Local, al igual que hace en algunas rotondas cercanas ya a los colegios, también se apostara en las mencionadas rotondas para intentar controlar un poco el paso de los vehículos, pues intentar entrar en el Camí dels Reis cuando uno baja de la Universidad es casi misión imposible en las horas punta. Es quizás la única fórmula para evitar que el tráfico sólo funcione en una dirección mientras que los que no llevan preferencia de paso tienen que esperar su oportunidad, lo que lleva a veces a muchos, presa de los nervios, a arriesgarse a un accidente para poder continuar la marcha.
Los que vienen de Son Castelló tienen un paso subterráneo que les da preferencia de paso y apenas hay retenciones, pero desde la carretera de Valldemossa no ocurre así y debes entrar en la rotonda para continuar la marcha. Y una vez superado este primer obstáculo te encuentras la rotonda de Can Valero, que por su dimensión es aún más complicada de cruzar que la anterior, ya que su diámetro es mucho más reducido y soporta tanto o más tráfico que la de Valdemossa, al ser también punto de entrada de un polígono industrial y teniendo la salida de la autovía a metros.
Y después de todo lo dicho la gran pregunta que se hacen muchos ciudadanos que se ven obligados a transitar por la zona a diario es qué ocurrirá cuando el nuevo hospital de Son Espases esté operativo. Entonces sí que habrá un caos, salvo que para entonces esté abierto a la circulación el segundo cinturón de Palma. De momento sólo queda armarse de paciencia, salir de casa con antelación y esperar que no haya muchas retenciones.
El curso no ha hecho más que empezar y a los usuarios del Camí dels Reis les esperan muchas horas de retenciones hasta que se consiga una solución aceptable al tráfico de la zona y todavía queda lo peor, la llegada del mal tiempo y las lluvias, que ralentizarán aún más la circulación. Los políticos por el momento sólo proponen y estudian proyectos, pero sin tomar una decisión definitiva, algo que ya pide el ciudadano a gritos para evitarse colas imnecesarias y ataques de nervios que no llevan a nada.