La imagen más esperada por los medios gráficos que cubren, principalmente, las vacaciones de la Familia Real Española en Mallorca, sucedió ayer tarde en el Real Club Náutico de Palma donde se celebra la 27 edición de la regata Copa del Rey de Vela, donde participan don Juan Carlos y el príncipe Felipe. Una jornada, desde el ámbito social, que estuvo marcada precisamente por esa visita de la reina Sofía y la princesa Leticia y sus hijas, Leonor y Sofía, tras finalizar la segunda jornada de la competición que se celebra en la bahía de Palma. Pero todo comenzó a primera hora de la mañana, en la que aparecieron los Reyes. Don Juan Carlos y doña Sofía estuvieron en el Náutico donde posaron para la foto oficial, a su llegada, poco después se subieron a la Gomona y el Rey se desplazó hacia el Bribón, para hacerse con la caña, mientras que la Reina puso rumbo a Marivent. Decenas de periodistas cubren estos días la información.
El ambiente en el Real Club Náutico de Palma, en el día de ayer, volvió a respirar el de los mejores momentos de una competición de interés deportivo y social. Muchos curiosos y visitantes buscan con sus pequeñas cámaras unas imágenes para el recuerdo, y si además tienen la oportunidad de ver a algún miembro de la Familia Real no dudan en convertirse en paparazzis por un momento.
Las firmas y marcas patrocinadoras y colaboradoras del evento despliegan bellas azafatas, no hay ningún chico azafata, con regalos como gorras, abanicos, camisetas y hasta llaveros que flotan en caso de que las llaves caigan al fondo del mar. Y, en el fondo del mar, a primera hora de la mañana, buceadores de la Casa Real, se aseguran que no haya ninguna anomalía en el mundo submarino de la bahía.
Los regatistas, con cuerpos bronceados y musculosos, son el delirio de las reporteras y señoritas del entorno. La terraza del náutico se llena de gente mientras en la piscina no cabe un alfiler. El Rey fue ayer el más rápido, no sólo en el mar, sino también en tierra, donde nada más pisar el pantalán subió al coche y se marchó a Marivent.
Poco después, por lo que quizás se cruzase en el camino, llegaron las cuatro mujeres de Marivent. Doña Letizia, al volante del vehículo llegaba acompañada por la reina y las infantas Leonor y Sofía. Precisamente las pequeñas llegaron dormiditas. El Príncipe, al conocer que su mujer había llegado, salió a recibirlas. Besó a su madre, la Reina, en la mejilla, y ayudó a doña Letizia a despertar a la pequeña Sofía.
Poco después posaron, todos juntos, para los medios gráficos presentes. La visita duró prácticamente una hora, donde recorrieron las instalaciones y pantalanes. Las pequeñas, muy simpáticas, saludaron a quienes se encontraban a su paso. La infanta Leonor, tras observar, explicaba y preguntaba, a su padre cuántas cosas veía o le sorprendían. En definitiva, una interesante visita para las pequeñas.
Julián Aguirre