El president del Govern, Francesc Antich, sigue sin pronunciarse sobre la instalación de las máquinas de la Lototrot y Promotrot en bares y cafeterías, pese a contar dicha medida con el apoyo de la CAEB, PIMEM y de las patronales de Restauración de ambas asociaciones empresariales.
Asimismo, también solicita de forma insistente su instalación todo el sector del trote, así como Asaja, por los beneficios que ello reportará al sector agrícola y ganadero.
Estas patronales indican, así como los estudios facilitados al Govern, que la instalación de estos juegos en bares y cafeterías representaría para el Govern unos ingresos por impuestos añadidos de entre 12 y 17 millones de euros.
Las mismas fuentes indican que los impuestos que recauda el Govern de las máquinas tragaperras, que supone una tasa fija anual de 3.647 euros por máquina, no sufrirá modificación al tratarse de una tasa fija, y por los informes que se poseen, de existir alguna baja, «cosa improbable, será suplida por las solicitudes de implantación existentes, ya que hay un cupo máximo autorizado».