«El paro ha sido un éxito total». Así de contundente se mostró el presidente del Opmallorcamar, Bernat Bonet. La actividad en la mar fue prácticamente nula, ya que todas las embarcaciones de pesca de arrastre y de cerco de Mallorca permanecieron durante la jornada de ayer amarradas para protestar por el encarecimiento del precio del petróleo. El 95 por ciento de las embarcaciones de artes menores de la Isla también secundaron el paro, ya que únicamente salieron a faenar dos en Portocolom, una en la Colònia de Sant Jordi, una en Alcúdia, una en Cala Rajada y otra en Porto Cristo. En total, el amarre casi generalizado afectó a unas 600 ó 700 personas de forma directa en la Isla.
El presidente de la Cofradía de Pescadores de Balears, Joan Cánoves, explicó que el paro no había sido total en las embarcaciones de artes menores, ya que al estar en temporada de langosta algunos tenían que mirar las redes. Coincidió con Bonet en señalar que el paro había sido generalizado en Mallorca y señaló que también había sido un éxito en Eivissa.
Durante el día de ayer se dejaron de pescar una 10 toneladas de pescado en Mallorca. Esto supuso que los precios se incrementasen un poco en la subasta que se realizó ayer, ya que los compradores querían adquirir pescado suficiente para abastecer la demanda, ya que la Lonja permanecerá cerrada durante el día de hoy. En este sentido, Bonet especificó que el cierre se debe a «la decisión que tomaron desde Opmarllorcamar los armadores de las barcas de no salir a pescar».
De este modo, hasta el martes no se podrá adquirir pescado fresco en Mallorca. Tanto Cánones como Bonet coincidieron en señalar que no se realizarán nuevos paros en la Isla. Sin embargo, aseguran que la situación del sector es crítica, porque además del incremento del precio del petróleo la recesión económica está motivando que los consumidores adquieran peces más baratos, por lo que la rentabilidad es menor.