Los empleados de la construcción estarán obligados a disponer de una tarjeta profesional para poder trabajar en territorio español a partir del 31 de diciembre de 2011, según establece la ley de la subcontratación en la construcción y el convenio general de la construcción 2007-2011.
La consellera de Treball, Margarita Nájera, y el presidente de la Fundación Laboral de la Construcción, Manuel Gómez, informaron ayer que esta tarjeta profesional acreditará la formación recibida por el trabajador, así como sus periodos de ocupación en los distintas profesiones o actividades que se desarrollan en esta actividad económica.
Uno de los requisitos necesarios para la obtención de este documento será haber recibido una formación básica en salud laboral, que partirá de cursos de ocho horas aunque podrá ser superior en algunos casos concretos.
Además de la formación en prevención de accidentes, la tarjeta profesional acreditará que sus titulares han recibido cursos de formación específicos, en función de sus respectivas actividades profesionales, que también afectarán a los directivos de las constructoras.
La consellera de Treball, el presidente de la Fundación Laboral de la Construcción y los representantes de los sindicatos, Rogelio Marín y Eusebio Ramón, informaron de la realización de campañas de comunicación y de charlas en diferentes puntos de las Islas para informar a empresarios y trabajadores de la puesta en marcha de este nuevo documento profesional, que será necesario para trabajar en la construcción a partir del año 2012.
En el caso de Balears, esta tarjeta profesional afectará a los cerca de 50.00 trabajadores directos de la construcción, no así a los 50.000 de los servicios e industrias auxiliares.
Gómez estimó que, en estos momentos, el 60 por ciento de los cerca de 10.000 trabajadores que en los últimos diez años han ido pasando por la Fundación Laboral de la Construcción podrán homologar su formación de manera automática y obtener la tarjeta profesional.