FRANCISCO BARRASA
Lunes 14 de abril a las 8.30 de la mañana. A esa hora, como es habitual en el edificio judicial de Vía Alemania, salvo que preste declaración 'voluntaria' el imputado Javier Rodrigo de Santos, no hay actividad en los juzgados. Pero sí puede aparecer quien se identifica como secretario, precisamente de Instrucción 5, para ordenar que la Policía Nacional desaloje de «su» pasillo al fotógrafo de Ultima Hora.
La foto de la inactividad de la oficina judicial antes de las 9 de la mañana, hora a la que se permite acceder para sus citaciones y trámites al público «no especial» -el que espera pacientemente en el vestíbulo del edificio-, no fue del agrado del funcionario tras las unánimes críticas de los medios informativos de Mallorca a su jefa, la magistrada Ana María San José Cabero, a quien consideraron responsable de trato de favor a un imputado frente al de los titulares de otros Juzgados a imputados no menos requeridos por prensa, radio y televisión.
Pasillo compartido
La magistrada San José, que salía de guardia de 24 horas en la mañana de ayer, ni siquiera estaba en el edificio de Vía Alemania en el momento de producirse la expulsión del fotógrafo, que por cierto se produjo de un pasillo que el Juzgado de Instrucción 5 comparte con el 6 y el 2, lo que en principio precisaría que tres magistrados estuviesen de acuerdo para una medida restrictiva contra la libertad de información en la superficie que comparten.
Por lo demás, los primeros sesenta minutos de vida matinal de Vía Alemania en el día de ayer permitieron constatar que la secuencia de declaración voluntaria de Javier Rodrigo de Santos el día 10 fue por completo inusual.
En primer término, la entrada del ex concejal de Cort a las 8'30 de la mañana se produjo por la puerta trasera, circunstancia sólo válida a esa hora para funcionarios, letrados y procuradores conocidos por la seguridad del edificio, y quienes formulen denuncia en el juzgado de guardia.