Preocupa que una decisión empresarial pueda poner en peligro los descuentos para residentes del 50% en el tráfico aéreo, tal y como está sucediendo en los vuelos operados con ClickAir, al dejar Iberia todas las rutas entre Balears con Barcelona en manos de esta compañía de bajo coste, en la que cuenta con el 20% de su accionariado. Y preocupa, aún más, cuando Iberia no se ha interesado por solventar toda una serie de trámites administrativos con el Ministerio de Fomento, con el fin de que los pasajeros no se vean perjudicados por el hecho de que ClickAir vuele sólo de punto a punto, sin hacer escalas, por lo que únicamente acepta el descuento en el tramo correspondiente desde Son Sant Joan, Eivissa o Maó a Barcelona, y no en el tramo de escala desde Barcelona a cualquier otro aeropuerto nacional de destino final del viaje. La solución sugerida por Iberia no pueder ser más chocante: si desea obtener el descuento completo, pase por Barajas.
Está claro que el mundo de la aviación está en plena revolución y cambia día a día, pero ello no debe penalizar los intereses de los ciudadanos de las Islas, que dependen del transporte aéreo para desplazarse a cualquier punto del país, de Europa o del mundo. Y no es de recibo aceptar que un trasvase de frecuencias («slots») a una compañía se tenga que aceptar sin más, especialmente cuando la aerolínea de bajo coste en cuestión utiliza los sistemas de reservas y el código compartido de Iberia. No extraña la queja de las agencias de viajes ni de los propios consumidores, que no entienden de legislaciones y sólo de que se les dé un servicio moderno, eficaz y sin que redunde en ningún tipo de merma en sus derechos, como es el de disfrutar del descuento del 50%.
El Govern debe actuar y evitar que decisiones empresariales que sólo buscan reducir costes productivos afecten al transporte aéreo y perjudiquen a los ciudadanos de estas Islas.