La porcella asada es, sin duda, uno de los manjares típicos de la Navidad mallorquina. Muchos la cocinan en casa, otros mantienen la tradición de llevarla al horno a cocer, pero la modalidad de comprarla hecha para evitar trabajo está yendo a más.
El supermercado Can Coric, en Inca, cocinó sólo ayer más de ochenta porcellas que repartió en dos turnos, el de las 13 y el de las 14 horas. Este establecimiento se encarga de comprarlas, prepararlas y asarlas con patatas incluídas y su crujiente y gustoso sabor convence a muchos inquers. Ayer, el propietario de este supermercado, Biel Coric, no daba a basto y muchos hacían cola en este establecimiento. En Palma, Miquel del Forn de Sa Pelletería trabajó también a destajo.
lM. Medrano
Fotos: Joan Torres/M.M