El edificio de La Misericòrdia ocupa casi 15.000 metros cuadrados y confluye con cinco calles y plazas diferentes: Via Roma, Bisbe Campins, Misericòrdia, Plaça de l'Hospital y Costa de la Sang. Desde el año 2001, se está llevando a cabo una rehabilitación integral que, de momento, sólo ha superado la primera fase. El nuevo equipo del Consell de Mallorca está realizando obras de adecuación para que el edificio pueda acoger los departamentos de Patrimoni, Normalització Lingüística y Turisme i Economia, mientras estudia la viabilidad de poner en marcha la segunda fase del proyecto de restauración de La Misericòrdia.
No es fácil llevar a cabo una rehabilitación integral de un edificio tan grande, sobre todo porque implica una inversión económica muy elevada. Un ejemplo. Todo el proyecto necesita una inversión de unos 40 millones de euros, cifra del año 1998, cuando se realizó el anteproyecto. Sólo para la segunda fase deberán destinarse entre 7 y 8 millones de euros, por lo que, si finalmente se pone en marcha, será «un proyecto de toda la legislatura», según Carlos Aguilar, Director Insular de Serveis Generals. Existe «la voluntad política», aunque desde el Consell se están estudiando «las posibilidades económicas». «Hay que redactar el proyecto, licitar las obras y ponerlo en marcha».
De momento, los técnicos están redactando el proyecto de ejecución de la segunda fase, que abarca la esquina entre Bisbe Campins y la calle Misericòrdia. La primera fase contemplaba la capilla, el edificio entre los dos patios del centro, el de Homes y el de Dones, y Cas Capellà, como se conoce a la parte que da a la Plaça de l'Hospital. En unos dos meses, la restauración de todas las fachadas habrá concluido, sobre todo si el indigente que duerme en la entrada del antiguo Hospital de Nit se traslada a otro lugar. Por ahora, la limpieza de esa zona se ha detenido a la espera de que abandone el portal. En la actualidad, la institución insular está realizando obras de adecuación en algunos de los espacios de La Misericòrdia. El objetivo es albergar los departamentos de Normalització Lingüística y de Patrimoni, que ahora dependen de Cultura, y el de Turisme i Economia, una conselleria de nueva creación. La intención es hacer espacios diáfanos que puedan reutilizarse y adecuarse a diferentes funciones, ya sean administrativas o como salas de ensayos, es decir, «espacios comunes para ubicar lugares de trabajo», en palabras de Aguilar. La encargada de estas obras, la arquitecta Marta Sabater, aseguró que el edificio está «en buenas condiciones» y que, de momento, el obstáculo mayor es «la instalación de los ascensores», algo normal en estructuras con tantos años.
El anteproyecto de rehabilitación integral y ampliación de La Misericòrdia nació con la vocación de ser un elemento de estudio y, al mismo tiempo, servir de guión para ordenar las actuaciones que tienen que realizarse. Prevé no sólo restaurar el edificio sino, también, ampliarlo e, incluso, aprovechar un gran aljibe que se encontró, además de crear una nueva planta bajo el Pati dels Homes. Sin embargo, es difícil saber con certeza cuándo finalizarán toda la restauración y si, finalmente, el proyecto inicial se desarrollará tal y como se preveía.
Sí se sabe que la intención es potenciar los usos culturales de La Misericòrdia, además de que se convierta en una de las sedes administrativas del Consell de Mallorca. Ahora, sólo queda esperar que pase el tiempo y que, con los años, las diferentes fases de la restauración puedan llevarse a cabo.