Desde hace unas semanas, diferentes fuerzas políticas trabajan para que se pueda presentar a las próximas elecciones generales una única candidatura nacionalista. El viernes, el PSM proponía una nueva estrategia, que todos los integrantes se presenten bajo un nombre común que no incluya el de los respectivos partidos. El pasado lunes, Unió Mallorquina se mostró dispuesta a aceptar esta condición e, incluso, vería con buenos ojos al candidato propuesto por el PSM, Pere Sampol. Sin embargo, tanto UM como Entesa per Mallorca como ERC siguen condicionando su participación a una única condición: que sea una coalición estrictamente nacionalista y no incluya partidos, según fuentes de UM, «de obediencia nacional», es decir, Esquerra Unida.
Mañana, Unió Mallorquina planteará al PSM una nueva reunión para explicarle su postura. Desde la formación nacionalista, ayer aseguraron que aceptan «las condiciones» surgidas de la última reunión de la Ejecutiva del PSM. Una Ejecutiva en la que se dejó claro que el Partido Socialista de Mallorca aboga por una coalición de fuerzas nacionalistas y progresistas, en la que entraría Esquerra Unida.
De ahí que, de momento, no se haya llegado a un acuerdo entre los diferentes partidos que integrarían la coalición nacionalista. Una coalición que el PSM no limita única y exclusivamente al Congreso de los Diputados, sino que también propone que los partidos presenten candidaturas al Senado.
El nuevo equipo de UM se ha marcado como una de sus primeras prioridades conseguir una voz nacionalista isleña en Madrid. Por el momento, ve con buenos ojos un acuerdo con Entesa per Mallorca y ERC y, también, con el PSM. Sin embargo, el PSM quiere que en la lista también esté incluida Esquerra Unida, su socia en el Bloc, la coalición con la que se presentó a las elecciones autonómicas. Desde UM, sin embargo, consideran que las formaciones que deben integrar la candidatura nacionalista tienen que ser «únicamente nacionalistas» y no «estatales», por lo que Esquerra Unida no «debería formar parte», según fuentes de Unió Mallorquina.
Por otra parte, la formación nacionalista emitió el pasado lunes un comunicado en el que recordaba la «apuesta decidida por un autogobierno más ambicioso» del nuevo equipo de UM. Un autogobierno que debe pasar por «el concierto económico», que definen como «el mejor sistema para conseguir una financiación justa para Balears». La ponencia política del décimo congreso también contemplaba la necesidad de «tener una Agencia Tributaria propia» y «competencias en la Oficina del Catastro». Hasta que este objetivo no se consiga, «habrá que vigilar las situaciones provisionales» que surjan. Para UM, «el autogobierno debería concretarse en la Administración única, es decir, que la Comunitat Autònoma gestione incluso las competencias estatales», según el comunicado.
Otra de las cuestiones que se trató durante el cónclave fue la necesidad de incrementar y replantear en su totalidad la financiación destinada a los ayuntamientos porque, según otro comunicado, los consistorios «han asumido servicios y competencias que no les corresponden». Una de las soluciones pasaría por «destinar como mínimo el 1 por ciento del presupuesto de la Comunitat Autònoma» a los ayuntamientos «mediante el fondo de cooperación local», según el texto.