La actividad de algunas de las oficinas de Correos y Telégrafos en Balears se ha visto condicionada desde el miércoles hasta ayer, viernes, por la huelga de trabajadores, que de acuerdo con UGT fue seguida en Balears por el 75 por ciento de la plantilla, frente al 25 por ciento que reconoce la empresa.
En Palma cerró ayer sus puertas, entre otras, la oficina de Correos del Polígon de Son Fuster, y también lo hizo la oficina del Port de Pollença. En Eivissa, asimismo, la movilización cerró tres oficinas.
En la capital balear se realizaron concentraciones de trabajadores en diversas sedes de Correos y Telégrafos, una de ellas, ante la oficina central en la calle Constitució de Palma, con el objetivo de explicar los motivos de la protesta. Los alrededor de 1.300 trabajadores de Correos en las islas estaban llamados a participar en la huelga organizada por UGT y el Sindicato Libre de Correos para pedir un «salario digno y un empleo estable».
Las centrales reclamaban un incremento retributivo y la eliminación de los desajustes salariales provocados por el ejercicio de nuevas responsabilidades no recompensadas. Junto a las demandas salariales, los convocantes también exigieron el restablecimiento del diálogo social, «sin discriminación ni favoritismo», con todos los representantes sindicales. La huelga pretende la negociación de un nuevo sistema de acceso a Correos, que elimine la «arbitrariedad» y garantice «la libre concurrencia y la igualdad de oportunidades».
Los sindicatos consideran que la empresa no está aplicando el plan de evaluación y fijación de necesidades ni la relación general de empleos, y aseguran que no se está siguiendo lo establecido por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Asimismo, demandan al Gobierno central que se posicione respecto a la directiva europea de liberalización del mercado postal, que se encuentra en fase de tramitación.