El informe que ha realizado el Ministerio de Medio Ambiente sobre la costa balear ha provocado malestar en la Conselleria que dirige Miguel Àngel Grimalt, ya que «la visión que se ha querido dar desde el Ministerio es que la costa es un desastre», según el director general de Qualitat Ambiental i Litoral, Josep Lliteres Vidal.
Sin embargo, éste señala que el 82% de la costa balear tiene algún tipo de protección y sostiene que las Islas han realizado «un esfuerzo enorme de protección».
A este malestar hay que sumar el hecho de que hayan conocido el estudio a través de los medios de comunicación. Además, Lliteres señala que el departamento de Cristina Narbona ha realizado este estudio con su propio criterio y considera que debería haber tenido en cuenta también aspectos políticos, territoriales, sociales, económicos y culturales. «Una de nuestras finalidades es la máxima protección de la costa, pero máxima protección de la costa y volver al estado original de la costa son dos puntos que hay que compensar».
El documento habla de más de 700 puntos negros en la costa balear. Por ello, la Conselleria está intentando «matizar informaciones que han salido muy teledirigidas, porque el Ministerio a parte de hacer un plan ha concebido una campaña mediática para que ese plan tenga impacto». El director general de Qualitat Ambiental i Litoral considera que esta campaña puede haber llevado a la desinformación y «a dañar la imagen» de la Comunitat más protegida del litoral mediterráneo y la que menos crecimiento en costa ha tenido en los últimos años.
Por otra parte, el estudio del Ministerio propone el derribo de varios hoteles del Archipiélago balear. No obstante, Lliteres argumenta que el documento del Ministerio realiza unas propuestas y subraya que la Administración central no tiene competencias en su ejecución. Por ello, requiere el consenso de las administraciones con los propietarios. «Lo más importante es que el documento que se ha hecho podría no servir de nada, porque no tiene potestad para ordenar que se haga esto».
En su opinión, «lo que ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente ha sido lanzar una idea, a cuatro meses de unas elecciones generales, de que la costa es un desastre y hemos hecho un plan». De este modo, la Conselleriacontempla este estudio como unas líneas generales para tener en cuenta en un futuro, porque «si le pones un tiempo de adaptación y de plasmación en leyes nuevas es totalmente inviable».
La financiación es una de las claves para poder aplicar esta estrategia del Gobierno central ya que el Govern no tiene recursos para ello. De este modo, el director general de Litoral sostiene que si ésta llega desde Madrid, se podría empezar a analizar que es realmente un impacto, qué posibilidades hay de demolerlo y qué consecuencias tiene. «En el caso del derribo de hoteles se trata de una cadena económica muy importante», señala Lliteres.