Los alumnos del IES Antoni Maura de Palma reciben diariamente clases prácticas de lo que nunca debe ocurrir en un solar: que se convierta en un vertedero.
Cada vez que pasan por este improvisado basurero, esos alumnos, los ciudadanos de mañana, pueden observar cómo la falta de educación, de civismo, de otros 'ciudadanos' convierte un terreno baldío en improvisado basural.
Todo ello, ante la pasividad de los máximos responsables del Ajuntament de Palma, que se inhiben ante un problema probablemente menor en estos momentos, pero que se puede agravar con el paso del tiempo.
Los desaprensivos que han convertido el solar en un depósito de bolsas de residuos provenientes de obras podrán campar a sus anchas si continúan percatándose de que no ocurre nada si siguen empleando este terreno en improvisado estercolero. Como se sabe, en Palma ya hay dos empresarios que están cumpliendo sendas penas de cárcel por convertir un solar de s'Arenal en un estercolero.
Sería conveniente que los autores de este auténtico ataque al medio ambiente de Palma lo tuvieran bien presente.