La Obra Cultural Balear y el resto de organizadores de la Diada per la Llengua i l'Autogovern lograron ayer una de las concentraciones más multitudinarias de los últimos años y abarrotaron la Plaça Major de Palma con un objetivo: crear un gran mosaico humano en el que desde el aire podía leerse «El futur es nostre». Los organizadores estimaron en 30.000 el número de asistentes, mientras que la Policía Local cifró la participación en 8.000 personas. La Plaça Major estaba llena y además hubo gente que se quedó en la calle Sant Miquel sin poder acceder al recinto.
La lluvia que cayó repentinamente sobre Palma a las tres de la tarde puso en alerta a los organizadores ya que se temió que muchos asistentes optaran finalmente por no acudir a la convocatoria. No fue así. A pesar de que también llovió en otros municipios de Mallorca, la respuesta a la llamada realizada por la OCB fue general y numerosos autocares se desplazaron hasta Palma procedentes de diversos municipios de Mallorca.
A las 17.00, hora en la que estaban convocados en la Plaça de España los asistentes para acudir en pasacalles hasta la Plaça Major no podía adivinarse el éxito de la convocatoria de la entidad cultural. Sin embargo, la Plaça de España fue llenándose poco a poco y a las seis de la tarde comenzó la comitiva hasta la Plaça Major. La flama de la lengua fue escoltada por ciudadanos procedentes de todos los municipios de la Isla.