Quien diga que la Feria de Abril no es un evento intercultural es que no estuvo en la primera noche donde el recinto del Polígono Son Rossinyol acogió a todo tipo de tribus urbanas, nacionalidades, clase social, simpatizantes debotellón, amigos de lo ajeno y gente de todas las edades. Lo cierto es que mucho a cambiado la cita andaluza de la de hace unos años cuando el ambiente era, quizás más festivo y no se trataba de una macro cita donde cientos de jóvenes vasos y botellas en mano se adentraban en el encendido de las luces. Como lo leen, una imagen inusual, pues adolescentes con bolsas de supermercados y dispuestos a combinar todo tipo de líquido elemento aparecieron en masa junto a una gran mayoría que sin tener idea de bailar sevillanas, rumbas o moverse con mayor o menor arte conquistaron la primera cita de este año en la Feria de Abril. Tras una inauguración muy tranquila la primera noche se saldó como las de los últimos años, con música discotequera. Pero lo que aún resiste es el buen pescaíto frito en algunas casetas, el jamón serrano recien cortado, buenas botellas de vino o jarras de rebujito y alguna que otra canción con la que marcar los pasos de las sevillanas.
Por cierto, los precios oscilan entre los ocho euros por un plato de morcillas, calamares a la romana, papas bravas, pasando por los diez euros de un plato de jamón o de queso y hasa los 12 euros por unos cuantos langostinos.
Por otro lado, anoche sábado, volvió a ser de lo más concurrida, tanto que el enorme solar donde se aparcan los vehículos y alrededores del recinto ferial se han quedado pequeños ante tal aglomeración. El programa de festejos para hoy domingo acogerá sobre las doce horas de la mañana un espectáculo ecuestre con paseo de caballos y carruajes, además de la actuación de la compañía flamenca «Agua Fresca». Y, para mañana lunes actuación del grupo «Siempre Así», y especial gala para los miembros del Club del Suscriptor de Ultima Hora.
Julián Aguirre
Fotos: Pere Bota