«Las personas no tienen siempre 20 años, ni miden 1,85 ni son metrosexuales; las personas somos todos, también nosotros, en ocasiones olvidados e ignorados». Este testimonio, el de Matías Bosch (en representación de la asociación de disminuidos físicos, Aspaym) fue uno de los que ayer se oyeron en el Parlament balear, que celebró un pleno especial para conmemorar el día europeo de las personas con discapacidad.
Los diputados y diputadas de Balears quedaron ayer en un muy segundo plano y dejaron sus escaños a personas con discapacidades físicas o psíquicas. Al final de la sesión, el presidente de la Cámara, Pere Rotger -único político profesiona que intervino- no pudo contener la emoción, se puso en pie y aplaudió.
La mayoría de organizaciones decidieron dar la voz a sus asociados. Uno de los testimonios más impactantes fue el de la joven Susana Torres, que representaba a la asociación de parlálisis cerebral, Aspace. Hizo un esfuerzo sin precedentes para hablar. Sus palabras fueron un aldabonazo sobre los políticos (uno en representación de cada partido, salvo UM que no envió representación; además de varios cuatro consellers del Govern, incluida Rosa Puig y la vicepresidenta Estaràs) presentes en la Sala de las Cariátides.