El pasado fin de semana estuvo marcado por la tradición. Varios pueblos de la Part Forana disfrutaron de actos y festejos muy vinculados a las antiguas raíces mallorquinas. Así, en el núcleo de es Llombards, perteneciente a Santanyí, se celebró un año más la ya enraizada Festa des Tondre. Unas 70 ovejas procedentes de los rebaños de Andreu Vicens y Tomeu Mora fueron esquiladas por las manos expertas de 50 payeses.
La actividad despertó el interés de muchos y, sobre todo, de numerosos extranjeros visitantes que, cámara en ristre, no perdieron ni un detalle del arte de esquilar ovejas con tijeras. Los animales aguardaban estoicos su turno, dispuestos a desprenderse de tan caluroso abrigo de lana. El acontecimiento finalizó con una comida de hermandad a la que acudieron más de 500 personas y un combate de glosa picada fue el broche de oro a toda una jornada de duro trabajo.
Por otra parte, y más o menos a la misma hora, en Capdepera se concentraban varias parejas de gigantes. De hecho, los gegants gabellins Roc y Esperança fueron los encargados de dar la bienvenida a sus parejas homónimas llegadas del Pla del Penedès, Manacor, Palma, Inca, Calvià y también del Consell de Mallorca.
M. Puigròs / C. Veny