Una experiencia inolvidable, que me ha devuelto la esperanza en el ser humano». Esta frase explica la experiencia que ha significado para algunos mallorquines el viaje a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, que organizó la delegación Saharaui para Balears, con la colaboración de la Associació d'Amics del Poble Saharaui.
El viaje contó con la participación de 88 mallorquines que convivieron con las familias saharauis. Durante estas fiestas una veintena de aviones de otras comunidades de España también aterrizaron en Tindouf.
Muchos aprovecharon el viaje para visitar y conocer a la familia de los niños que han acogido en Mallorca durante los meses de verano a través del proyecto «Vacances en Pau».
Los saharauis son una sociedad patriarcal que destaca por su gran hospitalidad con el visitante a quien enseñan su cultura y sus formas de vida de una manera totalmente espontánea y se interesan por conocer la sociedad y la manera de entender la vida de los mallorquines.
A lo largo de estos siete días los mallorquines tuvieron la oportunidad de conocer los colegios, hospitales, talleres y mercados, que a lo largo de estos últimos treinta años han ido organizado los saharauis.
La ayuda humanitaria que reciben de España y otros países europeos es básica para el día a día de los campamentos. Balears aporta una importante ayuda sanitaria con la organización de proyectos para la vacunación infantil, urología y ginecología.