El grupo Sa Nostra cerrará el año con un aumento de beneficios de entre el 5 y el 10 por ciento respecto a 2003 y superará por primera vez la barrera de los 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas), consecuencia de los «buenos resultados» de la sociedad matriz y de la aportación de las empresas participadas, según anunciaron ayer el presidente y los directores generales de la entidad, Llorenç Huguet, Pere J. Batle y Pau Dolç, al término de la asamblea general extraordinaria de la caja de ahorros.
A la espera de cerrar la contabilidad del año, Dolç anunció un «crecimiento importante» en inversión crediticia y un aumento «muy bajo» en la captación de depósitos, consecuencia de la diversificación de productos entre los ahorradores, aunque advirtió que los cambios de contabilidad impuestos a las cajas de ahorros reducirán los resultados en ejercicios posteriores.
Pere J. Batle anunció que Sa Nostra acometerá el año que viene una «una clara y decidida expansión» fuera del archipiélgo con la apertura de entre 30 y 40 oficinas en la zona de Madrid y área metropolitana y en las comunidades del levante pensinsular. Pau Dolç, quien señaló que el 70 por ciento del crecimiento de las cajas de ahorros españolas se ha producido en los últimos cinco años fuera de la comunidad donde tiene su sede social, recordó que de las 261 oficinas de Sa Nostra, cuatro están en Madrid, una en Valencia y otra en Las Palmas.
El proyecto de expansión anunciado por la caja de ahorros se enmarca en una de las cinco líneas generales del Plan de Actuación de Sa Nostra para 2005, concretamente en la de «gestión de clientes». Sa Nostra también pretende mejorar su productividad mediante un política de contención de costes y optimización de canales alternativos al de oficinas; el fomento de la diversificación de negocio -las empresas participadas ya aportan entre el 35 y el 40 por ciento de los resultados del grupo-; gestión global del balance con el objetivo para crecer de forma sostenible y miniminzar los riesgos y, por último, la implantación de un plan estratégico para la Fundación y una mayor implicación con el conjunto del Grupo Sa Nostra.
Huguet explicó que la retirada de la propuesta de adaptación de estatutos «para adaptarnos a la Ley de Fundaciones, porque no hay prisa» y por la oposición de los representantes de los trabajadores. En concreto, quedaron pospuestas la decisión sobre el cambio de sede social de la Fundación a Ramón Llull y la posibilidad de que el presidente del Grupo Sa Nostra sea ala vez presidente de la fundación. Los representantes de los trabajadores habían pedido votación secreta en estos puntos.