La Conselleria d'Educació ha redactado el Anteproyecto de Ley de Educación Permanente de Personas Adultas, que espera aprobar a lo largo del nuevo curso político. El director general de Planificació i Centres, Rafael Bosch, reconoció el vacío regulador existente y la necesidad de reunir bajo un mismo marco legal toda la oferta formativa al alcance de la población adulta, lo que las directrices europeas denominan «formación permanente o a lo largo de toda la vida».
La importancia de esta educación viene marcada por las cifras de matriculación que se barajan en Balears, que en el caso del curso 2003-04 fue de 15.250 alumnos mayores de 18 años en las diferentes opciones.
«La regulación de esta formación -explicó Boschestá en manos de las comunidades y la mayoría, como nosotros, ha optado por redactar una ley, mientras que las menos se han decantado por un decreto».
Según el director general, este anteproyecto contempla la regulación de la oferta educativa o formativa, sus objetivos y programas de actuación, haciendo especial hincapié en distinguir entre las modalidades presencial, semipresencial o a distancia. «Esta última -subrayó- es fundamental para que las personas tengan la oportunidad de formarse a través de las nuevas tecnologías y compatibilizar sus estudios con la vida laboral».El texto prevé también las conexiones de la oferta formativa básica con la formación profesional y la formación laboral, mediante programas específicos; programas para promover el uso y conocimiento de la lengua catalana, programas de formación básica para adultos inmigrantes, etc.