El patio del Palacio de la Almudaina acogió anoche la entrega de galardones del Trofeo Almirante Conde de Barcelona en su vigésima edición. Para la entrega de los trofeos estuvieron presentes el president del Govern Balear, Jaume Matas; la presidenta del Consell de Mallorca, Mª Antònia Munar; el president del Parlament, Pere Rotger, y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer. Se concedieron premios en muchas categorías, además de al barco más antiguo o al más elegante, pero los principales ganadores de la regata fueron eFátima, que ganó el gran trofeo Almirante Conde de Barcelona para barcos de espíritu de tradición; el Giraldilla, ganador en la categoría de barcos clásicos; y el Mercury, que se impuso en la competición de barcos de época.
Tras la entrega, el presidente de la Fundación Hispania de barcos de época, Emilio Espinosa, Matas y Munar dirigieron unas palabras al público. Mª Antònia Munar quiso destacar el trabajo de todos los regatistas por mantener estas «joyas del mar» en perfecto estado, e insistió en la intención del Consell de Mallorca de llevar adelante el futuro museo marítimo. Tanto Matas como Munar coincidieron en dar la enhorabuena a los organizadores de la regata por haber alcanzado su vigésima edición. Emilio Espinosa tuvo unas palabras de recuerdo para el conde de Barcelona, y animó a todos los presentes a continuar el trabajo de restauración y mantenimiento del patrimonio naval que SAR don Juan de Borbón inició. Tras las palabras que las autoridades dirigieron al los asistentes se procedió a servir un aperitivo para culminar la entrega de trofeos.
El patio de La Almudaina se llenó de público para acompañar a
las tripulaciones de las diferentes naves. Las señoras acudieron en
su mayoría con falda y camiseta de tirantes o blusa, ideal para la
calurosa noche de ayer, mientras que los caballeros llegaron
luciendo polos muy al estilo de los regatistas. Los marineros, de
blanco uniforme, pusieron el toque de solemnidad a la cita.
Hay que destacar que ésta ha sido la primera regata para
eGiraldilla tras su restauración. Su primer capitán fue don Juan de
Borbón, por lo que la recuperación de esta nave ha supuesto un
orgullo para la Fundación Hispania, al poder devolver al mar esta
joya que perteneció al mentor de la Fundación.
Julián Serrano