Síguenos F Y T L I T R
Siurells de Plata

Lágrimas por un Siurell

Chenoa reflejó el sentimiento de la gala de entrega de los Siurells de Plata 2003

DAVID J. NADAL
C henoa resumió en unas lágrimas los Siurells de Plata. Estos galardones se entregan a personas de las Islas con un especial sentido, o mejor dicho, sentimiento, de lo que significa ser de ca nostra. Cuatro años atrás, ella nos amenizaba con su majestuosa voz esta gala. Esta vez ella no cantaba, esta vez ella lloraba. Tras cuatro años sin celebrar la fiesta de los Siurells de Plata, Ultima Hora volvió anteayer a reunir a lo más granado de la sociedad balear en un escenario, Son Amar, que permitió a los presentes disfrutar de una velada tranquila y excitante a la vez. Fue la noche de la retroalimentación. Por un lado, lo mejor de lo mejor de la política, la cultura y la economía balear se mostraba ávida de volver a protagonizar los Siurells de Plata; su presencia suponía su particular homenaje a Ultima Hora , que lleva 40 años premiando la labor cultural, deportiva y social de mallorquines, menorquines y pitiusos. Un homenaje recíproco, sustentado en la necesidad de este diario que preside Pere A. Serra de homenajear y personalizar la proyección balear de nuestros personajes.

La Boda Real y sus consecuencias han enclaustrado en los españoles un ferviente deseo de criticar (constructivamente, claro) los atuendos de todo aquel que se mueve. Si lo hace Paco Rabanne por qué no podemos hacerlo los demás. El tronío desfiló por la terraza del aperitivo entre gambas rebozadas, croquetitas, calamares a la romana, dátiles con bacon, coca de trampó, jamón, queso... Mucho tejido veraniego, calzado abierto, faldas asimétricas, telas vaporosas, tejidos brillantes, que están muy de moda, escotes pronunciados, algún que otro bronceado de máquina y eso sí que sí, mucho tacón Letizia Ortiz. Mención especial para la popular Mabel Cabrer, que iba sexy fucsia desde los pies hasta... gracias a Jaime Mascaró, que supo colarse de puntillas en la noche de Pons Quintana, uno de los galardonados.

Además del empresario de calzado menorquín, la noche era también del Parc de Tecnologies Ambientals; de Joana Walker, presidenta del Club Elsa, del poeta Antonio Colinas y de la cantante Chenoa, los cinco Siurells de Plata 2003. Esta última no pudo evitar copar parte del protagonismo, y lo hizo desde su llegada a Son Amar. Ni Pertegaz, ni Lorenzo Caprille, ni Paco Rabanne, ni nadie, Chenoa lucía espectacular con un vestido comprado en Mango. Ya a manteles se inició la gala, que a decir verdad pasó la noche centelleante, ya que su velocidad de crucero "mientras el Queen Mary 2 partía hacia Barcelona" permitió a los asistentes disfrutar de la cena, los espectáculos y la entrega de galardones con una sensación de relajación y entretenimiento dignos de una cena en familia. Quizá fuera el Sanz de Rueda o el Beronia de Rioja. Amenizaron la porcella la Orquesta Son Amar, el dúo Flaix y el grupo Celtics, que pusieron el fin de fiesta a base de taconeo irlandés. Antes, empero, emocionaron los llantos sinceros de Chenoa al recibir el Siurell de Plata de manos de Jaume Matas. Cuatro años después el galardón llegó a su manos sin pasar por el camerino. Y seguía la noche de emociones. Pere A. Serra dio la puntilla entregando por sorpresa otro Siurell de Plata a Gabriel Escarrer, presidente del Grupo Sol Meliá. Ah, otra mención especial al cuarto embetumat que llegó en el mejor momento, ya con el diario del día siguiente en nuestras manos. Colosal.

Lo más visto