Los mejores carretons de Mallorca realizaron ayer su último descenso al infierno de esta temporada en la gran final de la segunda edición de la carrera, que se celebró en Monti-sion de Porreres. La prueba definitiva de la Davallada als Inferns, organizada por el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Porreres, reunió a 60 carretons y unos 150 participantes que, después de clasificarse en sus respectivos pueblos para la cita de ayer, compitieron en tres categorías: Velocidad, diseño y puesta en escena.
El ganador de velocidad, el premio más prestigioso y el más ansiado por los concursantes, fue para el carretó Triciclo Loco, procedente de Vilafranca y Maria de la Salut. Ecarretó cubrió el recorrido, de unos 400 metros de descenso, en 48,23 segundos. El premio de diseño fue compartido, ya que el jurado lo concedió a Picachu, de Andratx, y Skul Bus, de Santa Eugènia. Por último, ellaüt de ses Nores de Felanitx, con participación manacorina, ganó el premio a la mejor puesta en escena: Las concursantes achicaban agua durante el descenso.
Los concursantes realizaron dos descensos entre extremas medidas de seguridad y la coordinación de los voluntarios, que tuvieron que esforzarse al máximo para controlar al millar de personas que tomaron las laderas de Monti-sion para contemplar los espectaculares descensos. Las balas de paja colocadas en los laterales para evitar salidas de pista amortiguaron los golpes, pero no evitaron que algunos concursantes se llevaran de recuerdo unas cuantas quemaduras en codos y rodillas. Al finalizar la carrera, la consellera de Cultura, Dolça Mulet; el director Insular de Joventut, Jaume Albertí, y el alcalde de Porreres, Joan Sastre, entregaron los premios. Los concursantes devoraron después una paella en Monti-sion.
J. M. Sastre