El pequeño comercio balear cerrará el año con una reducción de las ventas sobre el año anterior derivada del estancamiento del consumo y los efectos inflacionistas del euro, según informan las patronales del sector, Afedeco y Pimeco. Algunos empresarios cifran la caída de facturación entre un 20 y un 30 por ciento sobre 2002.
El gerente de Pimeco, Àngel Pujol, indicó que la pérdida de ingresos en la industria turística ha generado un estancamiento del consumo de las familias, que se ha visto acrecentado por la subida de los precios provocada por la moneda europea, especialmente en los productos de bajo coste. Esta situación se ha prolongado incluso en la campaña de Navidad, con un «boom» del consumo retrasado sobre todo en los subsectores de moda, calzado, y textil. La única actividad que ha obtenido buenos resultados es el comercio agroalimentario, supermercados y mercados, con un «espectacular» incremento de ventas de productos baleares de mayor calidad.
En este sentido, el secretario general de Afedeco, Antonio Vilella, indicó que sólo el sector agroalimentario ha mantenido una facturación similar a la de 2002.