Deja aparcados por unos momentos el teléfono y sus conversaciones astrológicas en su línea 906 y me recuerda que «si no fuese serio en mis predicciones no me llamarían de todos los programas nacionales en los que se habla de videncia. Yo soy vidente y mentalista pero quienes acuden a mí saben que, utilizando el péndulo y otros métodos adivinatorios he puesto el destino de las personas en sus manos y en bandeja de plata para ayudarles a encauzarlo a su modo».
Sin embargo, lo que hoy ha visto a través de su péndulo ya está escrito en las páginas de la historia del año que comienza porque nadie intentará detener sus augurios. Demos comienzo a la sesión de vaticinios: «¿Recuerdas? El año pasado vaticiné que el príncipe Felipe se casaría con una española conocida por su profesión y que no pertenecía a la aristocracia; hoy te puedo decir que será un matrimonio feliz. Doña Letizia se quedará embarazada al poco tiempo de la boda, el hijo será varón... espera, espera, veo más de uno en un mismo parto. ¡Anda! ¡Serán gemelos!
Ya que nos proporciona buenas noticias en este campo, nos adentramos en otro más turbulento. Me pide que le haga la pregunta a su péndulo y una que por una buena respuesta es capaz de todo, se ve preguntándole a un objeto de metal. Pendulito, pendulito, ¿qué pasará en las próximas elecciones generales? Atentamente Corró toma el péndulo y espera a que se mueva para interpretarlo: El péndulo le ha escuchado y le contesta: «Rajoy ganará por mayoría y será mucho más tolerante que Aznar. Equilibrará las relaciones entre su partido y las autonomías, que serán motivo de preocupación en el año recién nacido ya que hasta el Rey tendrá que hacer de mediador en algún conflicto». Cuando hablamos del Rey el péndulo se pone nervioso, se mueve sin que Corró pueda detenerlo. Le pregunta de nuevo y detecta que «España no es monárquica, pero sí juancarlista y felipista». Se le adivina un brillo especial en la mirada cuando le proponemos aclarar dudas sobre los problemas de Irak. «Este problema no se va a solucionar. Estallarán nuevos conflictos en Oriente Medio, pero esta vez la Unión Europea jugará un mejor papel. El terrorismo islámico y el de ETA continuarán».
Este viaje «pendular» propone un regreso a nuestra cercana realidad y, tomando en sus manos un periódico del día, examina cautelosamente las fotografías de nuestros políticos. «Matas tendrá problemas de salud, Munar los tendrá en el seno de su partido y Rosa Estaràs será presidenta de nuestra Comunidad». Mientras, hojeo el periódico en busca de buenas nuevas, lanza un alarido cuando llego al «Crisol» de Ruiz Collado. «Uf, veo muchas huelgas en el sector turístico, será un mal año». ¿Algo bueno, Domingo? «Déjame que vea». Y busca una fotografía de Luis Aragonés. Le pasa el péndulo por encima y me susurra satisfecho: «El Mallorca acabará la liga entre los 13 primeros».
Al día siguiente, por si no me bastaba con los nervios pasados ante un péndulo que se movía cuando una le preguntaba, es decir, un péndulo que me oía, me cité con Francisca Femenías, conocida y reconocida por saber interpretar las cartas del Tarot. Francisca Femenías utiliza un método de adivinación menos sofisticado que el vidente Corró pero no por ello menos eficaz. Despliega sobre el mantel de terciopelo sus cartas plenas de vaticinios para 2004. Con la mirada fija y la mente cavilante concentra todo su poder mental y nos vaticina un año complicado porque «tenemos en contra varios puntos astrológicos», pero en el que los humanos «buscarán a Dios en sus interiores sin atenerse a las normas de las religiones». Se concentra un poco más y palpa las cartas, el destino comienza a vislumbrarse a nivel internacional y político. «Este año las naciones se unirán por un mismo objetivo y se apoyarán entre ellas. Será un año de tolerancia en el aspecto de la política internacional».