Miles de personas brindaron por el Año Nuevo en la Part Forana. El frío y la amenaza de lluvia durante toda la mañana y buena parte de la tarde del día 31 no desanimaron a los inquers, que tienen por costumbre acudir a la plaza del Ajuntament para escuchar las campanadas de primera mano y tomar las tradicionales uvas. Cada año son más las personas que optan por acabar en año en esta especie de puesta común y el Ajuntament d'Inca habilita para la ocasión una inmensa carpa, amenizando la velada con música en vivo. Varios cientos de personas participaron en el encuentro con los tradicionales cotillones y uvas, entre los asistentes había conocidos políticos inquers. A los regidores socialistas (en la oposición) les sorprendimos bajo el reloj, bien preparados para afrontar el cambio de año.
En Sóller más de 2.000 personas abuchearon al alcalde al no sonar las doce campanadas en la plaza de la Constitució. Sin embargo, fueron muchos los que apuntaron hacia Miquel Nadal, concejal de Cultura, al no haberse asesorado, al parecer, con antelación de que el reloj marcase bien las horas.
Las bajas temperaturas y el fuerte viento que se registró durante la noche en Manacor tampoco fueron obstáculos para que la gente se concentrara en la plaza Weyler frente a la iglesia para tomar las doce uvas de la suerte. Grupos de amigos, gente joven, familias enteras, y algún curioso no quisieron perderse el fin de año en la ciudad y seguir las campanadas de n'Aloi para tragarse las uvas. El trío musical Bloddy Maris, eso sí, bien abrigadas, ofreció buena música hasta bien entrada la noche.
R.P.F.